Saturday, November 22, 2008

Reality Show Costa Rica

Dicen que la primera idea pública y comercial del concepto de "reality show" fue la película "The Truman Show", sobre un hombre -Jim Carrey- que, desde niño, su vida fue televisada sin que él lo supiera. Desde entonces, los populares programas de televisión que transmiten el comportamiento realista -no actuado- de los seres humanos participantes han invadido la televisión. Los hay desde programas de medio ambiente y supervivencia (Man vs. Wild), animalia (Crocodile Hunter, q.d.D.g.), empresariedad (The Apprentice), viajes alrededor del mundo (The Amazing Race) etc.

Los poderosos medios de comunicación se han vuelto más poderosos con los ratings y las ventas que obtienen, y los reality shows han sido un rentable descubrimiento. Todo con límites. Costa Rica, "país de paz", se ha convertido en el reality show más grande de la historia. Parece ser bastante exitoso, pues nadie se quiere perder ni un episodio, y lo siguen por televisión, radio o prensa escrita. El episodio de ayer, la oposición a la construcción del nuevo estadio nacional en La Sabana. El episodio de antier, los bonos costarricenses (mal llamados "bonos chinos", seguramente para alimentar el bochinche y así aumentar el rating y las ventas). El episodio de hoy, la mina de oro a cielo abierto en Las Crucitas.

Continúa el reality show. Continúa el bochinche. La actitud general me recuerda a mis primos pequeños, todos ellos, que a la edad de cuatro años aprenden el poder de decir NO. Aunque tengan hambre, dicen que no quieren comer cuando les preguntan. Y las mamás les hacen caso por un rato, hasta que se vence el plazo para que ejerzan la libertad de no comer. Sucede que ellos no saben todavía a esa edad que no se puede no comer, así que debe haber un poco de autoridad para que lo hagan. Porque, estamos claros ellos y yo, es más entretenido retozar y hacer bochinche que comer, aunque sea indispensable aquello. Entonces mejor digamos que no.

En la película mencionada, el personaje principal, Truman, empezó a sentir que lo estaban engañando. Debe haber sido una sensación incómoda. Sentir que alguien está constantemente engañándonos para que nos comportemos de una determinada manera debe generar gran confusión. Su búsqueda lo llevó a descubrir que toda su vida había sido un montaje para el disfrute de los televidentes y del rating que generaba ganancias a sus empleados, dueños y accionistas. Y tomó la decisión de retirarse, de abandonar su propio programa, de liberarse.

En Costa Rica, lo fascinante es que los personajes principales son muchos, los seguidores del show muchísimos más, y los empleados, dueños y accionistas siguen siendo unos pocos. Bien por ellos, porque han hecho el negocio redondo. Sus ganancias deben ser increíbles! Mientras tanto, los seguidores del show quieren que los actores sigan dando de qué hablar para alimentar el bochinche y seguir teniendo de qué hablar. El problema es que los seguidores no se han dado cuenta todavía de que los están engañando. Resultado: el reality show perfecto.

Hasta ahora entiendo lo que significa la frase "pueblo pequeño, infierno grande."

1 comment:

Andrës A said...

Pero qué sería de los medios sin ese reality!!

Por eso, harán lo que sea para que no salga del aire. Por parte de sus protagonistas no tendrán problemas, a los principales les gusta su papel y los secundarios seguirán existiendo mientras los primeros existan.

Lastimosamente es como una cadena nacional, está en todos los canales y para variar, el control no sirve: tendremos que levantarnos del sofá a apagar el tele.